viernes, 12 de marzo de 2010

Si te dices filósofo, no me hables de filosofía;

muéstrame tu amor a la verdad.

Si te dices teólogo, no me hables de teología;

muéstrame qué significa Dios en tu vida.

Si te dices pensador, no me hables de lo que pensaron los pensadores;

muéstrame qué piensas tú.

Si te dices político, no me hables de política;

muéstrame qué haces por el bien de todos.

Si te dices bueno, no me hables de la bondad;

muéstrame cómo amas.
Si te dices creyente, no me hables de tu credo o de tu religión;

muéstrame tu modo de vivir.

No hay comentarios: