jueves, 8 de abril de 2010

Creo en ti amigo:

Creo en ti amigo:
Si tu sonrisa es ….
como un rayo de luz que alegra mi existencia.
Creo en ti amigo:
Si tus ojos brillan de alegría al encontrarnos.
Creo en ti amigo:
Si compartes mis lágrimas y sabes llorar con los que lloran.
Creo en ti amigo:
Si tu mano esta abierta para dar
y tu voluntad es generosa para ayudar.

Creo en tí amigo:
Si tus palabras son sinceras y expresan
lo que siente tu corazón.
Creo en ti amigo:
Si sabes comprender bondadosamente
mis debilidades y me defiendes cuando me calumnian.

Creo en ti amigo:
Si tienes valor para corregirme amablemente.
Creo en tí amigo:
Si sabes orar por mí, y brindarme buen ejemplo.

Creo en ti amigo:
Si tu amistad me llevaa amar mas a Dios
y a tratar mejor a los demás.
Creo en ti amigo:
Si no te avergüenzas de ser mi amigo
en las horas tristes y amargas.

lunes, 5 de abril de 2010

EL ACUSADO – Leyenda de fe e ingenio

Cuenta una antigua leyenda, que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer.
En realidad, el verdadero autor era una persona muy influyente de reino, y por eso, desde el primer momento se procuró un "chivo expiatorio", para encubrir al culpable.
El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas o nulas chances de escapar al terrible veredicto: ¡¡ La horca !! El Juez, también complotado, cuidó, no obstante, de dar todo el aspecto de un juicio justo, por ello dijo al acusado: "Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor, vamos a dejar en manos de El tu destino: Vamos a escribir en dos papeles separados las palabras "culpable" e "inocente".
Tú escogerás y será la mano de Dios la que decida tu destino. Por supuesto, el mal funcionario habia preparado dos papeles con la misma leyenda: "CULPABLE" , y la pobre víctima, aun sin conocer los detalles, se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa.
No había escapatoria. El Juez conminó al hombre a tomar uno de los papeles doblados. Éste respiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados elevando una ungida oración, y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse, abrió los ojos y con una extraña sonrisa, tomó uno de los papeles y llevándolo a su boca lo engulló rápidamente.
Sorprendidos e indignados los presentes le reprocharon airadamente... "Pero, que hizo...!!, y ¿ahora...? ¿Cómo vamos a saber el veredicto...?!
"Es muy sencillo, respondió el hombre...." Es cuestión de leer el papel que queda, y sabremos lo que decía el que me tragué..."
Con rezongos y bronca mal disimulada, debieron liberar al acusado salvando la vida milagrosamente.

Cuestión de fe:
Cuando sientas que el mundo se vuelve conta tí, no desesperes, confía en Dios y verás que él te guiará en la hora de la adversidad.

Nunca renuncies a ninguno de tus sueños.
Todo lo que vale la pena es un riesgo
Si solo queremos lo seguro,perderemos el verdadero sabor de la vida.
Sin duda, el riesgo trae consigo la posibilidad de sentir dolor.
Pero existe un dolor mucho mas profundo que es el que proviene del vacio de no habernos arriesgado nunca"