domingo, 21 de febrero de 2010

ENTRE ROSAS Y ESPINAS

Entre rosas y espinas

se resbala la vida,

construyendo caminos

de encontrados momentos

espinas que profanan

la adolorida carne,

y rosas que embellecen

dulces horas de calma.

¡Puede más una rosa

que cien dirás espinas!

un capullo de ellas,

bien vale mil espadas;

la dicha, que se logra,

por sobre los escollos,

es feliz horizonte

de una vida lograda.

Por eso, no te duelan

las espinas clavadas,

aunque llaguen tu piel

y trastoquen tu calma,

si al final de la senda

hay una aurora blanca,

como una rosa roja

asilada en tu alma.

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